Gracias al Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas, a su banda formada por 60 jóvenes promesas y muy especialmente a Alfons Bonafont, por ofrecerme la oportunidad de realizar un taller sobre improvisación libre y electroacústica.
Es un placer comprobar que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y con muchas ganas de aprender.
La música improvisada libre con electroacústica es una disciplina muy poco extendida en todo el mundo, y que el Conservatorio Profesional de Las Palmas se interese por brindar este conocimiento a sus estudiantes solo dice del alto compromiso de este centro con la contemporaniedad y con la formación al más alto nivel. Profesores como Alfons vienen a demostrar que Canarias puede ser un foco de talento y compromiso con la cultura en este inicio de siglo que tiene tendencia hacia lo banal, comercial y cutre.
Las fotos recogen el momento en el que el propio Alfons realiza una improvisación libre junto a sus chicos como resultado de las técnicas analizadas durante el taller.
Fue realmente emocionante comprobar, de nuevo, que somos tierra fértil y que solo necesitamos unas semillas y un poco de agua para que demos frutos. Y es que cultura viene de cultivar, como siempre repito. Y ayer me sorprendieron de nuevo lo rápidamente que dan frutos los jóvenes.
Hay quien me pregunta si me lo paso mejor haciendo música o enseñando a hacer música. Hacer música es realmente apasionante, pero no hay nada más reconfortante que formar a jóvenes y sentir que aportas un granito de arena para que nuestra sociedad sea más culta y, por consiguiente, más preparada, más tolerante y mejores personas.